Antes de todo, tengo claro que quizás para muchos esta publicación puede ser una exageración, algo no debería explicarle a nadie, pero al mismo tiempo, si lees esto quizás me entiendas por qué sentí la necesidad de hacerlo.
Llevo varios días fuera de Instagram, y han sido días para pensar muchas cosas. Incluso pausé la cuenta un momento, y luego decidí dejarla abierta, pensando en ella como una herramienta más, por si alguien quiere saber cómo ubicarme y para que no se pierda lo que de alguna manera he conseguido.
¿Por qué lo hice? Porque me vi abriendo la aplicación sin siquiera tener una notificación nueva, sin ver nuevas fotos, mirando videos que no me gustan, memes que no me interesan y, lo principal, me sentí bastante ansioso al respecto.
Como buen término de relación, he tenido el impulso de volver a ver qué está pasando ahí y en el instante, cerrarla, porque implicaría perder ese tiempo de antigüedad sin usar la aplicación.
Sí, aún no he explicado mucho: El punto es que me uní a esa red social como todos lo hacen en algún momento, por inercia, y a medida que pasaba el tiempo, junto con irme dando cuenta que me gustaba tomar fotos y compartirlas, decidí hacer uso de ella como una forma de dar a conocer mi hobbie, aunque implique mucho trabajo (algo que también pareciera ser muy difícil de entender o dimensionar).
Como todo, al principio funcionó bien. Sentía que estaba haciendo un buen trabajo, gané algunos seguidores, logré comunicarme con personas que bajo situaciones normales sería imposible, conseguía los me gusta de al menos la gente que me importa y, de cierta manera, estaba creciendo junto con mis fotos: eso hasta que las cosas se frenaron de golpe.
En ese estancamiento, empecé a ver una baja en la interacción, comprobé -preguntando- que mis fotos no estaban apareciendo en las cuentas de mis amigos cercanos, los comentarios disminuyeron y me empezaron a aparecer muchos bots invitándome a dar me gusta a otras cuentas automatizadas. No es agradable encontrarse con eso, no es lo que quería y tengo muy claro que los intereses de personas cercanas no tienen por qué ser sobre fotografía, pero aun así, me sirvió como una primera alerta.
Me sentí desplazado por la aplicación y me desmotivé de seguir haciendo aquello que me llevó a tomarme en serio este espacio, y aun cuando estoy en un momento donde me gusta mucho lo que hago en cuanto a una foto, la sensación negativa estaba ganando, algo que es más común entre los usuarios de lo que parece.
También me encontré usando las historias para publicar temas políticos y de la pandemia (que a esta altura es lo mismo) y sintiéndome mal al ver que muchos las veían y muy pocos comentaban, lo que me hacía sentir, de alguna forma, rechazado o, como se dice actualmente, cancelado.
Hace mucho tiempo vi videos sobre cómo afecta a la fotografía las redes sociales, como se supone que uno debe comportarse, a qué hora se debe publicar, que hay que crear videos, hay que ser interactivos: ¡no puedo!, además de no tener tiempo -porque no trabajo para estar en una aplicación- sería traicionarme a mí mismo. Yo sólo quiero subir fotos y responder los comentarios que me hagan, especialmente si son críticas constructivas.
Y si a todo eso le sumamos el montón de cosas que no quiero ver y que incluso me molestan -que no vale la pena mencionar, pero si me conoces las sabes- y sin tener forma de bloquearlas, me empecé a sentir muy mal. Es parte de tu libertad publicar lo que quieras, es solo que Instagram no me ofrece opciones de filtros o bloqueos por temas, como si lo hace, por ejemplo, Twitter, lugar donde estoy pasando gran parte del tiempo, pero lo justo y necesario.
Es por eso y más que decidí dejar Instagram, no sé si permanentemente, pero es una idea que me venía dando vueltas hace mucho y creo que me hará bien, más ahora que Instagram está empujando a que la gente pase más tiempo en ella y ya definitivamente dejó de ser una aplicación de fotografía.
Entonces, dado que mis fotos ya le aparecen a muy poca gente, es que estarán mejor disponibles en buena resolución en mi página, espacio personal que me permite tener más control sobre lo que hago y presento. Por lo mismo, durante estos días preparé una galería con mis fotos más recientes e hice actualizaciones para que todo se vea mejor.
Dicen que mantener una página personal es una pérdida de tiempo: lo más seguro es que así sea y que mi alcance baje más aún, pero sin duda me sentiré más tranquilo porque será mi lugar, bajo mis condiciones, y sin tener que sentirme obligado a subir algo para que un algoritmo decida que mi contenido “es bueno o no para ti”.
Aun así, aunque me gustaba estar en contacto con amigos/conocidos/familia y así mantener la comunicación, habrá otras formas de hacerlo. Los enlaces para saber en que estoy están ahí, así que te invito a darte una vuelta fuera de los límites de Instagram.
Julio
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