Estaba matando el tiempo, esperando que llegara una hora determinada. En esa espera me quedé pegado mirando algo bastante poco probable: Si bien tengo claro el efecto físico, muchas cosas se estaban conjugando para estar frente a una sombra imposible, todo gracias la luz del sol y a una tarde que comenzaba a terminarse.
Capas, reflejos, iluminación, sombras difusas, colores cálidos y otros más frios. Me costaba entender, lo conseguía y finalmente me daba una sensación de satisfacción poco común.
¿Es causa y efecto? Puede ser ¿Coincidencia? También. Pero si pongo todo esto en perspectiva y me voy hasta el final de esta historia, creo que lo más importante de la mezcla de eventos es que esa puerta siempre estuvo abierta. Al haber estado cerrada o si hubiera tenido la vocación de volver al lugar que “le corresponde”, nada de esto habría ocurrido, ni esta foto habría existido.
Lo voy a dejar en que estaba en el lugar indicado en el momento preciso. Punto. Me gusta.
2023.05.05
Marchant Pereira con Alfredo Barros Errázuriz
Providencia, Chile.
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