Podría decir que durante una semana paso por este lugar como mínimo un total de 10 veces. Pareciera que no tiene nada de especial, ni nada llamativo. Es un lugar que simplemente está en mi camino y, en ese cruce, pareciera que algo nos conocemos.
A medida que nos encontramos, van apareciendo nuevos detalles o algo hace que la percepción cambie. Nos vemos distintos, a veces luminosos, otras oscuros, en algunas ocasiones coloridos y en otras opacos. Me pregunto entonces ¿Cambia a diario lo que proyectamos o cambia como vemos las cosas? ¿O ambas?
Ante tanta percepción, creo, se vuelve necesario que lo que proyectamos internamente, o como nos vemos, sea lo más importante ya que lo demás llegará naturalmente, sin fórmulas, sin manuales, sin aparentar algo que no somos. Y es en ese momento en que la versión más honesta estará a la vista, aquella que sigue avanzando aún cuando todo está en contra.
En esa sinceridad, es que al encontrarnos con otros, mientras nos encontramos a uno mismo, es que se verán todos esos detalles e iremos llenando, de a poco, espacios que quizás estaban incompletos. Espacios con alegrías, discusiones, chistes e inseguridades, es decir, espacios de crecimiento.
Entonces, entre la noche y el día, vamos descubriendo cosas propias y de aquellos que han decidido acompañarnos. No es instantáneo, pero, definitivamente vale la pena poner un poco más de atención aunque no veamos el efecto inmediato.
2023.08.17 / 2023.08.09
Suecia con Las Bellotas
Providencia, Chile
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