En tránsito

Todos los días me estoy moviendo y puede que la rutina me quite un poco de vida en cada minuto que pasa. Al menos yo (y creo que también una amplia mayoría), varios días a la semana debo dirigirme a un lugar específico y, al final, volver al punto de inicio, sin mucho análisis. Es lo que es. No puedo decir que sea un trayecto feliz, porque tampoco es que vea muchas sonrisas en el camino (es un hecho, porque los fines de semana es distinto).

Es ahí donde digo que es lo que haces al final del día, fuera de lo obligatorio y comprometido, lo que te define. Pocas veces hablo y preguntaré por tu trabajo, porque hacerlo, es básicamente una necesidad y no, no voy a entrar en el romanticismo de decir “si trabajas en lo que te gusta, no trabajarás ningún día”. Lo siento, no me la creo. Puede ser el trabajo de tus sueños, pero al final del día, es un trabajo.

Entonces, ¿qué me queda? Intentar hacer lo que me gusta, aprender cosas nuevas, compartir y comunicarme (si, no sólo “hablar”) con quienes quiero, especialmente después del “horario hábil”, porque esas acciones son aquellas que me tirarán un rayo de luz entre la multitud, me darán energía para seguir este tránsito y que, finalmente, hablarán de mi cuando no esté.

No sé qué piensas tú.

2023.10.04

Metro El Golf

Las Condes, Chile.

Anterior El Mismísimo
Siguiente Un caballo, es sólo un caballo

Los comentarios están cerrados.

Disculpa, pero si necesitas alguna foto, ponte en contacto conmigo. Gracias ;)