Ese día, si hubiera podido, me quedaba en la casa, pero tuve que salir. Me preparé un poco, pero no fue suficiente. Ya me había mojado bastante en la primera parte del recorrido y aún así me detuve a tomar fotos. Eso si, siendo sincero, te cuento que estas son las que sobrevivieron, porque hubo varios, varios intentos; siempre es así, más cuando no tengo limitaciones de cuantas fotos digitales puedo tomar con el teléfono.
Pero ahora lo que recuerdo de ese día es que, si bien a muchos no les gusta la lluvia (y obviando los problemas de infraestructura de siempre), y teniendo claro que el tono gris prima cuando las nubes tapan todo en una ciudad a la cual le faltan colores, los paraguas, las luces y los reflejos se encargan de que la ciudad brille de otra manera.
En eso, para mí, hay algo muy, pero muy reconfortante.
2024.05.20
Avenida Los Leones con Avenida Providencia.
Providencia, Chile.
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