Los ángulos rectos si están en el eje vertical, pero acá prima la diversidad de otras orientaciones.
Una puerta, materiales, luz y sombra. Una situación que une tres colores a veces distanciados.
Hay lugares imposibles de apreciar sin ampliar un poco nuestra mirada (algo que aplica a muchas cosas).
La comunicación siempre evoluciona, se adapta y nos ofrece alternativas, pero nada supera a la versión más clásica y simple: directa y de frente. Usémosla.
Depende como se miren y desde donde se miren, en la ciudad pueden darse muchas intersecciones y no hablo de calles.
Alturas, líneas, extensiones de otros tiempos. Espacios que cada vez son más escasos en todas partes, incluso fuera de Santiago.
Son fachadas que están ahí, a vista y paciencia de todos, pero descartadas por no estar “en frente”. Al menos hay alguien mirando.
Era otoño cuando tomé esta foto, ha pasado harto tiempo y sigue teniendo todo aquello que me llama la atención.
Cuando el metro está por cerrar, y unos pocos corren a alcanzar esos recorridos finales, es cuando se producen momentos interesantes, lúgubres y raros