Es posible que algunas cosas se vean perfectas a simple vista, pero la verdad es que las cosas reales, aunque sean por naturaleza más difíciles, tienen más valor y una belleza sostenible en el tiempo.
Sin fortaleza y compañía, estar solo frente a una realidad dura e inhóspita puede llevarnos a momentos complicados.
Puede que un espacio utilitario no sea interesante, pero encontrarse ahí en un momento particular puede darnos una momentánea nueva perspectiva, apreciarlo, inmortalizarlo y disfrutarlo, para luego volver a la vida normal, porque en el fondo, no ha cambiado.
Conversaciones, discusiones, vivencias, consejos: el alma de la ciudad en puntos de encuentro improvisados.
Tal como nuestra mente, la ciudad guarda muchos espacios llenos de recuerdos y momentos.
