Todo pasa rápido últimamente. No es necesario que nos apuremos con nuestros temas personales.
Todo pasa rápido últimamente. No es necesario que nos apuremos con nuestros temas personales.
Entre las luces y el pasto, se produce un encuentro que no sé explicar bien, pero de una u otra manera, me gusta mucho.
Un semáforo de noche me dejó claro que no siempre las cosas salen como quiero, pero debo seguir adelante y hacer lo mejor que pueda con lo que tengo.
Un rayo de luz indirecto me hizo pensar en los detalles propios de cada uno y otras cosas.
Un lugar conocido, desde otra perspectiva. Quizás llego a lo mismo, pero al menos consigo estar más seguro de algo.
Al final del día algunos lugares quedan libres de personas y es en ese momento cuando más me llaman la atención.